Colaboración del alumnado en el blog del centro, con un análisis de una obra para piano interpretada por la autora del mismo.

Estela García Alcázar

En esta entrada abordaremos el análisis del primer movimiento de la Sonata para piano Op. 14 nº 2, de Ludwig van Beethoven, buen ejemplo de la forma de sonata clásica.

Esta sonata se sitúa dentro del primer periodo compositivo de Ludwig van Beethoven. Este escribió su Sonata para piano núm. 10 en sol mayor, op. 14 núm. 2, entre 1798 y 1799, y se publicó por primera vez en 1799. Tenía unos 28 años y vivía en Viena, donde se estaba consolidando como pianista virtuoso y compositor muy prometedor, estudiando con Haydn (desde 1792).

En ese momento, aún no había empezado a mostrar los síntomas más fuertes de sordera (eso llegaría poco después), así que estaba en una etapa muy activa, escribiendo obras para piano, cuartetos de cuerda y música de cámara. De hecho, esta sonata forma parte de un grupo de obras más ligeras y optimistas que reflejan su dominio del estilo clásico vienés, influenciado por Haydn y Mozart, aunque ya con toques de su estilo personal.

Además, este periodo fue clave porque Beethoven estaba tratando de impresionar a los mecenas vieneses, así que sus composiciones buscaban un equilibrio entre lo innovador y lo accesible. Esta sonata, por ejemplo, fue dedicada a la baronesa Josefa von Braun, esposa de un importante funcionario imperial.

El movimiento sigue la estructura habitual de exposición (repetida), desarrollo y reexposición.

La exposición comienza en el compás 1 y se extiende hasta el compás 64. En ella, el tema A está formado por una frase de 8 compases, acabando en una cadencia auténtica perfecta con sexta y cuarta cadencial. La textura es de melodía acompañada, con un arpegio ascendente que se acelera en el consecuente, que además es contrastante.

A continuación, hay una transición modulante hacia el tono de la dominante (Re mayor), en la que se utilizan elementos cromáticos, sobre todo en el compás 14. El material melódico que aparece en esta zona está tomado de las síncopas del compás 6, especialmente la repetición de nota. En el compás 14 también se retoma este material, pero ampliado.

Desde el compás 19 hasta el 24, se desarrolla una semicadencia ampliada, que se enfatiza continuamente a través de la dominante de la dominante. A partir de los compases 19-20 hay una aceleración en el ritmo, ya que las secuencias se van haciendo cada vez más cercanas. En el compás 24 aparece un enlace, acompañado de un ritardando, que conduce al comienzo del tema B.

El tema B empieza en el compás 26, en Re mayor. Dentro de este tema, hay un primer subtema, B1, con una frase de 8 compases dividida en 4+4. Este subtema va de la tónica a la dominante y luego de la dominante a la tónica.

A continuación, aparece el subtema, B2, que está formado por una frase asimétrica de 4+11 compases, con una clara ampliación temática. Entre los compases 30 y 32 hay un pedal del quinto grado. En el compás 36 se escucha una semicadencia que había sido anticipada por la dominante de la dominante, y en los compases 46-47 se cierra con una cadencia perfecta con sexta y cuarta cadencial. En la ampliación temática (compás 41) se enfatiza el tono de la dominante de Re (La), aunque la resolución de la dominante secundaria es irregular. La textura se mantiene como melodía acompañada.

En el compás 47 comienza el tercer subtema, B3. Este está construido a partir del material de B2, pero con una acentuación diferente. Es una frase de 12 compases, cuya división fraseológica no es clara, aunque podría dividirse en el compás 51. Finalmente, en los compases 57-58 se escucha una cadencia auténtica perfecta con sexta y cuarta cadencial, y en el compás 58 comienza una coda de B sobre una nota pedal de tónica, que genera una sensación de reposo.

El desarrollo se extiende hasta el compás 124A. Al principio, entre los compases 64 y 73, aparece material del tema A en Sol menor. Luego, del compás 74 al 80, se escucha material del tema B en Si bemol mayor. A partir del compás 81 y hasta el 98A, hay una transición en la que el material del tema A pasa al bajo. Más adelante, entre los compases 98B y 106, vuelve a desarrollarse el tema A, esta vez en Mi bemol mayor.

Desde el compás 107 al 114, se escucha otra transición, pero esta vez el material que aparece en el bajo está tomado del tema B. En los compases 115 al 120, se produce una llegada a la dominante, donde el tema A pasa a estar en la melodía. Finalmente, entre los compases 121 y 124, se cierra esta sección con una pequeña cadencia.

La reexposición comienza en el compás 124B. En los primeros compases, del 124B al 132A, se incluye una breve introducción. A partir de ahí,
desde el compás 132B hasta el 152, vuelve a sonar la sección A. Luego, entre los compases 153 y 173, reaparece la sección B, esta vez en la tónica, Sol mayor. Finalmente, desde el compás 173 hasta el 200, se desarrolla una coda que utiliza material del tema A, y que aporta cierre y estabilidad a la obra.